martes, 19 de octubre de 2010

A grandes cambios pequeños esfuerzos

El agua es un derecho elemental: preservarla, es responsabilidad de todo ser humano. Por ello, es primordial contribuir con su cuidado desde lo personal y en lo cotidiano. Difundiendo los saberes particulares al resto de la sociedad, para que la intención modifique la realidad.

En los últimos años se han manifestado en el planeta ciertos efectos alarmantes que condicionan la presencia del agua: sustancia esencial para el curso de la vida. Fenómenos como cambios climáticos y de suelo, inundaciones, sequías, entre otros, derivan en la escasez del recurso, que es uno de los factores imprescindibles para el desarrollo de las civilizaciones del mundo entero.


Debido a la trascendencia del asunto, es necesario dar cuenta del grave contexto en el que se encuentra hoy en día. Gran parte de la responsabilidad recae en el accionar humano. Pero mientras que el consumo en el hogar es del 8%, en los sectores agrícola (69%) e industrial (23%) se origina la mayor demanda de agua potable. Y eso no es todo, también influye el aumento demográfico, junto con el desmedido uso que la sociedad (en su mayoría) hace del vital recurso. A esto hay que sumarle el costoso nivel de vida de algunos individuos, y la contaminación del medioambiente que esto conlleva.


Actualmente, una cuarta parte de la población mundial, que principalmente habita en países en vía de desarrollo, sufre escasez de agua limpia, lo que provoca más de 10 millones de muertes por año a causa de enfermedades hídricas.

Si en verdad se pretende revertir esta cruel realidad, y así continuar el legado de la vida, es imprescindible cambiar de inmediato el rumbo adoptado. De lo contrario, al aumentar la cantidad de habitantes la falta de agua se extenderá a otras regiones, lo que un futuro podría ocasionar enfrentamientos mundiales.


En primera instancia la medida que cada sujeto debe tomar para modificar el panorama, según afirmó el Técnico en Comunidades Ecológicas, Juan Sánchez Pasquet es: “informarse y educarse, para que la toma de consciencia sea un acto natural e inevitable”. Agrega, que cuando se tiene noción acerca de lo que esta ocurriendo en el entorno y se adquiere conciencia del impacto social y vital de los actos cotidianos, se llega a comprender el verdadero valor que implica para el futuro, transitar una vida más limpia, sana y justa para el ecosistema.


En tanto para la transformación, es fundamental que la conservación del recurso se entienda como un proceso que integre a todos los sectores, y se base en la participación conjunta de la comunidad y las instituciones, respecto de la toma de decisiones sobre el manejo responsable del agua. Objetivo que no se logrará, si el agua es fuente de negocio de grandes y pequeñas empresas mundiales y utilizada como producto de comercio.


Para mejorar las condiciones del planeta, se necesita la colaboración de todos. Es menester fomentar los hábitos de cuidado a los miembros de la familia y muy importante que se explique el por qué del ahorro.

No hay comentarios: