Esta ley, que establece que un 33% del espacio radioeléctrico tiene que ser asignado a entidades sin fines de lucro, entre las que se encuentran las organizaciones comunitarias, pareciera resolver la contradicción entre lo legal y lo legítimo a la que las radios alternativas se vieron afectadas durante muchos años.
La Bemba está teniendo una gestión que próximamente le permitirá poder crecer en infraestructura con mejor equipamiento. Porque hoy transmite por internet en www.labemba.com.ar pero “el desafío ahora es lograr levantar la torre para poner la antena para que podamos salir por aire, y así tener una mejor llegada a los vecinos. El objetivo es poder tener una cobertura de toda la Comuna”, comenta Julia. Lo que implicaría llegar a un radio más que importante en la Ciudad de Buenos Aires.
Disputas y organización
La Ley de Medios, entre otras cosas, ha logrado que el poder de la comunicación y el rol de los medios se instalen como temas de discusión en el seno de la sociedad. Pero eso no es suficiente. La democratización de la comunicación es un desafío aún mayor y al que hay que sostenerlo con compromiso y una fuerte participación de las organizaciones sociales para ganar terreno en ese ámbito.
“Nuestra apuesta es disputar sentido a los grandes medios, darle otro espacio a nuestros interlocutores. Queremos cambiar ese rol pasivo del oyente que los multimedios proponen a la gente. Nosotros queremos un ida y vuelta, incluso que la participación sea desde acá adentro”, dice Julia.
La programación de la radio ha sido, y lo seguirá siendo, el resultado de la integración y compromiso de personas y organizaciones que se sienten motivados a participar de un espacio como este. Pero el marco está claro: “acá no va a venir gente que promueva el individualismo, ni mucho menos con actitudes fascistas”, dice Ricardo Maggio, integrante del equipo de trabajo del Ex Olimpo.
De todas maneras el desafío es garantizar la heterogeneidad porque “la programación de la radio no es una suma de programas, acá promovemos la participación colectiva, el compromiso, el involucramiento en este espacio que tiene sus propias características y su impronta política desde la promoción de los Derechos Humanos en su concepción amplia”, dice Julia Medina.
La Bemba es un espacio heterogéneo que por el momento ha demostrado que puede garantizar el respeto por la diversidad. En ella confluyen líneas de trabajo, que se traducen en programas, que construyen desde lo territorial, lo cultural, la problemática de género, las identidades originarias. Con ejes transversales como los Derechos Humanos, la identidad, la política, la comunicación.
“Mujeres al derecho y al revés”, del que Julia Medina forma parte, es un programa que propone pensar la realidad desde una perspectiva de género.
“Desde el Puente” es un programa producido por la organización “El puente” que mantiene un trabajo cultural en el barrio de Villa Luro, lindante a Floresta donde se encuentra La Bemba.
También sale al aire “En el furgón”, programa de Activa! Comunicación que trabaja e indaga sobre la identidad del conurbano.
Alegrías
A pesar del corto camino recorrido varios han sido los momentos que provocaron satisfacción y emoción a los integrantes de La Bemba.
Para Julia Medina uno de los momentos más emotivo fue “cuando la Mesa de Trabajo nos dijo que estaban de acuerdo con que hagamos La Bemba”. También “pongo en la lista el festival que hicimos. En ese momento nos dimos cuenta que estábamos construyendo colectivamente un espacio comprometido”.
“Muy fuerte fue la experiencia de compartir este espacio con los compañeros del Frente Nacional Campesino que recorrieron miles de kilómetros para hacerse escuchar, y La Bemba fue su espacio para difundir la lucha que vienen llevando adelante”, cuenta Marcelo López.
Recientemente, el 31 de agosto, Radio La Bemba fue distinguida con el Galardón Susini otorgado por el Consejo Profesional de radio de Argentores.
Y no puede quedar afuera de esta lista de momentos emotivos la visita de Osvaldo Bayer al estudio de la radio.
La comunicación y la memoria
Entender los DDHH en su concepción amplia del término, lleva al desafío de pensar con qué esquemas de trabajo comunitario, herramientas y políticas públicas se puede revertir lo que la última dictadura militar ha hecho en nuestra sociedad. Teniendo en cuenta que muchos dispositivos políticos, sociales y culturales aún persisten en nuestro presente.
Y allí juega un papel muy importante la memoria, y la ética de la memoria. Allí hay que disputar sentido, para contraponer al peligro del “revival”, de las efemérides, de la nostalgia, de la demonización y también de la mitificación, de la memoria como recuerdo seco, como una fotografía, un pasado ajeno a nuestro presente.
La comunicación es transmisión y la memoria también lo es. Allí es donde confluyen y se potencian. Porque el peligro es que se nos imponga una historia que nos es cómoda, pero que no nos permite acceder a experiencias que nos enriquecen y por sobre todo nos devuelven el sentido de la historia y nuestro rol como sujetos que la construyen. Esto es esencial para seguir confrontando con este sistema de valores que imponen el individualismo, la explotación y la mercantilización de todo.
Mesa de Trabajo y Consenso del ex CCDTyE “Olimpo”
El 8 de junio de 2005 la Policía Federal fue desalojada del lugar dándose por primera vez las condiciones necesarias para la apropiación del predio por organizaciones de la sociedad civil en cogestión con la entonces Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA).
La Mesa trabaja para hacer del ex “Olimpo”un sitio abierto a la comunidad. Entienden que la recuperación de la memoria de lo acontecido durante la última dictadura militar argentina (1976-1983) interpela al presente. Es por ello que crearon un espacio para la memoria que no intenta cristalizar y sellar el pasado sino que busca leerlo, revisarlo y comprenderlo para que los crímenes como los cometidos por las fuerzas represivas durante los años del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” no queden impunes ni se repitan bajo ningún ropaje nuevo ni hoy ni en el futuro.
El objetivo central de su trabajo es que allí donde fueron llevados los compañeros detenidos-desaparecidos, se los pueda recordar de manera activa, militando, creando, investigando, trabajando en pos de la plena vigencia de los derechos humanos.