martes, 19 de octubre de 2010

El fénomeno 678

El programa 678 logró instalar en la sociedad una fuerte crítica al paradigma del periodismo independiente. Creado como herramienta de la estrategia del Gobierno en su táctica mediática, el programa no ejerce el periodismo sino una opinión interesada dentro del espectro amplio de lo político.

Según su propia definición en Facebook “el programa es un espacio de reflexión sobre el modo en que los medios representan la realidad. El magacín de actualidad de la TV Pública presenta informes especiales con material de archivo, invitados y debates en estudios. 6, 7, 8 ofrece una mirada diferente sobre la política, el espectáculo, el deporte, la sociedad y otros temas de actualidad". La definición da para revisar algunas cuestiones: lo de “debate” estaría por verse, porque por el momento no hay muchas disidencias en los panelistas ni en los invitados, aunque dicen haber invitado a opositores que se han negado.

Lo que deja claro 678 es la imposibilidad de la objetividad e independencia como valores intachables en la práctica periodística. Por contraste quedan en evidencia aquellos periodistas que hicieron de la independencia un culto a la rectitud y una marca registrada que les vuelve como prestigio social y rédito económico.

El mentor de Pensado Para Televisión (PPT), Diego Gvirtz lo admite: “Hacemos periodismo subjetivo. Que es lo que hacen todos, sólo que nosotros lo blanqueamos explícitamente. No perseguimos la verdad, sólo opinamos”. Lo que queda por preguntarse es si es realmente periodismo o prensa gubernamental. Porque ¿un comunicador, comprometido con un plan político puede ejercer el periodismo? ¿Qué hace en ese caso con sus disidencias? ¿O por el contrario el periodista sólo puede ejercer si es fiel a su idea de mundo? ¿Es entonces el periodismo una actividad solitaria? Preguntas que buscan respuestas. El camino: la conciencia crítica.

El soporte mediático en donde se da el fenómeno 678 es la TV: hiper-segmentación de la realidad, estética pobre, subestimación del televidente, espectacularización de lo efímero, etc. Ahí es donde 678 se enfrenta e intenta erosionar al poder monopólico de Clarín.

El uso del archivo crea una línea argumental que puede ser construida a través de fragmentos antojadizos que sacan de contexto ciertas imágenes. En otros casos la lupa es tan grande que el contexto desaparece. En ese caso 678 expone sus archivos como TN su “periodismo independiente”. Aún así, la utilización de las comillas es un avance importante en la voluntad de renombrar las cosas. Porque si un paradigma está cayendo hay uno nuevo que está por reemplazarlo.

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