La sangre de la represión
La tuberculosis, sífilis y la desnutrición predominan, mientras que la atención médica es casi inexistente. El gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfran, con mandato desde hace 17 años, es el principal culpable de que esta sombría situación perdure en una provincia donde el 60% de la población se halla en condiciones de extrema pobreza.
Frente a esa realidad y ante la poca atención gubernamental, la población Qom optó por llevar adelante ciertas medidas. Instaron para recuperar un predio, a través del pedido de titularidad y acamparon cuatro meses en el lugar.
Sin embargo la represión se hizo presente el 23 de noviembre del 2010, en aquel corte de la ruta Nacional Nº 86. La familia terrateniente Celía, acompañada de la Policía, que intentó desalojarlos sin una orden judicial y dispararó contra los ocupantes. Como resultado fueron asesinados el indígena Roberto López y el policía Heber Falcón. Además este accionar implicó una decena de Qom heridos, 29 detenidos y ranchos incendiados.
El silencio, el cómplice
Desde diciembre del 2010, un grupo de
Luego de varias reuniones, acordaron algunos puntos importantes, tales como la prohibición del arrendamiento de terrenos comunitarios y la realización de un estudio técnico sobre la superposición de tierras. Además, el Gobierno se comprometió a avanzar en la aplicación de
La justicia de la vereda de enfrente
Las muertes que dejó la represión del 23 de noviembre aún no presenta culpables. Sin embargo, los únicos imputados son los integrantes de la comunidad Qom y en cuanto a los homicidios, el principal acusado es Félix Díaz, como instigador al delito. Esta denuncia procede de la causa que se tramita en el juzgado, a cargo del juez Santos Garzón. Ningún policía, ni integrante de la familia Celía o político del gobierno de Insfran fue acusado. Sólo Félix Díaz y algunos de sus hermanos Qom, se encuentran en esta denigrante imputación.
Con los pies en la tierra
La represión sigue siendo el síndrome de un sistema de órdenes que condena, de diversas maneras, a
Prefirieron salir a pelear antes que esperar que las respuestas vengan de un cielo particular. Porque esa es su religión, su forma de vivir, es tomar de la energía de la naturaleza que los circunda, para devolver la magia con cada gota de sudor. Con los pies en la tierra para sentir que la propiedad es más que un sello, es una huella que se lleva en la sangre.
Combatiendo el abuso, con la fe de recuperar las mismas tierras que por origen, ancestros y preexistencia, les deberían devolver. Fueron saqueados durante la conquista española, pero la historia nunca terminó con ese flagelo de la explotación. Por eso mismo, cada paso Qom demuestra que la lucha continua a pesar de las presiones impuestas. No es arte de magia la invisibilidad de sus reclamos, es la escasa voluntad política para dar respuestas. La complicidad es más obvia aún. Hijos de la tierra, defensores de la misma. Ahora imputados con leyendas relacionadas a intereses políticos más que con la realidad que les toca vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario