Fueron
ellas las que nunca callaron, las que lucharon y luchan, las que con sus
pañuelos blancos se unieron y rodearon la Plaza, las que desde hace 35 años
siguen de pie….
El golpe de estado de
1976 que impuso el terrorismo de Estado en Argentina, reunió a las Madres de
los miles de militantes que, de manera forzada, fueron desaparecidos. Cuando el
dolor y la tristeza intentaron detenerlas, el amor por los hijos y el deseo por
recuperarlos fue más fuerte e hizo continua una lucha que aún no termina.
Hoy, cumpliéndose 35
años de lucha, Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora
recordó los principales logros, reconociendo que “después de muchas
desilusiones logramos tirar abajo las leyes de impunidad, obediencia de vida,
punto final, los indultos, se pudo avanzar en la reapertura de los juicios, la
apertura de los sitios donde fueron torturados miles de compañeros logrando que
hoy sean lugares de vida cuando fueron lugares de muerte”.
Con el pasar de los
años, muchos organismos de Derechos Humanos y parte del pueblo se sumaron a sus
pedidos para acompañar y para exigir la aparición con vida de los 30.000 desaparecidos y el castigo a cada uno de los
culpables.
“Logramos muchas cosas
también en lo social, en lo económico, en el campo de la jubilación de la ama de casa, el subsidio a los niños
que es el modo que vayan a la escuela y tengan sus vacunas”, agregó Cortiñas.
Decir que siguen en pie
es conmemorar sus logros que aportaron a que un país recupere su historia, pero
también es reconocer sus luchas actuales que siguen impulsando como madres, “hay
cosas que no nos gustan y que diciéndolas sentimos que aportamos a que se
investiguen como, por ejemplo, la ley anti terrorista y la explotación de las
minas a cielo abierto y sobre todo exigimos la aparición con vida de Julio López
y justicia por Silvia Suppo, Iván Torres, Luciano Arruga, entre otros tantos casos”.
Fueron y son grandes
luchadoras que a pesar de haber sufrido la peor de las violaciones a los
derechos humanos, aún sostienen sus convicciones y creen en que un país con
justicia social es posible.
La Ronda
Ellas se encontraron
reunidas convocadas por la búsqueda. “Circulen” les ordenó el orden del
desorden, sino serían detenidas, tal vez desaparecidas. Entonces comenzaron a
caminar pero no a alejarse. Y caminaron en círculo, agarradas para no volarse,
siempre en la Plaza. Siempre visibles, en el ojo de la ciudad, para mostrarse,
que mostrando sus pañuelos mostraban las heridas del futuro.
En un principio solas,
con esa soledad del horror de no saber. Era el hijo, la hija, que no estaba
más, se lo habían llevado. Y Videla que les decía “ni vivo ni muerto, está
desaparecido”.
Aún así, estas madres
desesperadas, comenzaron a construir uno a uno los escalones hacia lo que será
futuro: Memoria, Verdad y Justicia.
Hoy, 35 años después,
siguen en la ronda. Porque aún buscan a sus hijos y porque esa ronda sigue
siendo necesaria, enseñándonos que hay que caminar sin alejarse.
1 comentario:
Memoria no es enviarlas al museo, memoria es protegerlas y continuar con su lucha.
gracias Madres de plaza de mayo!
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